Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, marihuana, éxtasis... Mejor que el sexo, que una orgía, o mejor que el primer beso... Mejor que la nocilla y los batidos de vainilla... Mejor que la trilogía de Star Wars, que la serie completa de los Teleñecos... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Paris Hilton, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Jesucristo, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de mi madre... Mejor que la libertad... Mejor que la vida. ¿Sabes a qué me refiero? A que nada ha sido mejor que conocerte.