Cada minuto

Querida Sandy:

Ayer no te he podido escribir, y lo llevo lamentando todo el día de hoy hasta ahora. Hace tres meses que no se nada de tí, debe de ser que en este país las cartas llegan muy tarde... o que prefiero pensar esa idea. Por aquí todo normal como siempre, mi padre sigue igual de pesado y mi abuela me obliga a salir a la calle, pero aún no tengo fuerzas para correr el riesgo de ver tu rostro en cualquier persona que vea. Tambien hecho de menos a mi madre, con la que tanto hablabas, y hecho de menos a todos mis amigos, los que tanto odias por las cosas que hacen, y yo las que hacía con ellos. Pero no te enfades cariño, sabes que desde que has aparecido en mi vida no me he vuelto a acercar a ese tipo de cosas... Lo que más hecho de menos es tu colonia, tu mal carácter y tu cara de niña mientras duermes. Recuerdo aquel día en casa de tu abuela, me demostraste tu otro lado, tu otra personalidad. Estabas preciosa, increíble, y.. loca. Loca por un beso, por un roce, por un poco de cariño. Desde aquella noche, supe que quería casarme contigo. Recuerdo el anochecer a tu lado tu, yo y el mar, la noche en la playa, aquel  faro en elque por primera vez me dijiste que me querías; con solo dos palabras mi cabeza se olvidó de la palabra " sentido ". La verdad, no sé qué hago recordando todos estos momentos, me gustaría que me los pusieras tú como en la última carta, pero ninguna llega, y para sobrevivir tengo que alimentarme de ellos...

Te recuerdo, a cada hora, minuto, segundo.. a todas horas, en cualquier lugar, porque mi nuevo sentido eres tú.